Quantcast
Channel: Beta by DDS.media » Eventos
Viewing all articles
Browse latest Browse all 2

“Victoria del Viento” Explanada Bicentenario.

$
0
0

El pasado 23 de Septiembre del 2010 (a días de cumplir el año) fue inaugurada la explanada o plaza Bicentenario con el motivo del festejo de los 200 años de Independencia de México. Su inauguración estaba prevista para el 16 de septiembre del mismo mes del 2010 pero fue aplazada por cuestiones de seguridad debido a que en esos días la tormenta tropical Carol andaba haciendo de las suyas.

En un tiempo de aproximadamente 3 mese fue construida la Explanada Bicentenario con un espacio de 22 mil metros cuadrados que en su centro alberga el monumento “Victoria del Viento” (del escultor Bernardo Luis López Artasánchez, originario de Puebla) inspirada en la narrativa de la leyenda “La Novia del Viento” de Aidé Ángeles Ramírez, con la idea de rescatar la tradición y cultura Hidalguense a la vez  de que es el referente del segundo centenario del inicio de independencia. También muestra algunos pasajes de la historia de independencia en cada cara de la base donde se postra “Victoria del Viento”. En general el área monumental contendrá la antorcha de la libertad, las efigies de Hidalgo, Morelos, Rayón, Quintana Roo, “que son los héroes con que nos identificamos, y en cada lado tendrá escenas de la toma de Pachuca de 1812, el grito de Huichapan, así como la entrega de las barras de plata a Morelos y un águila tridimensional

Ubicada en la comunidad de Venta Prieta de Pachuca de Soto, Hidalgo. Sobre la carretera México-Pachuca encontraras tal espacio monumental.

Leyenda “La Novia del Viento” de Aidé Ángeles Ramírez

Cuenta la conseja popular que hace muchos, muchos años, cuando esta comarca era habitada por diversos grupos indígenas de nahuas y otomíes, la región pasó al dominio del Imperio Mexica, fundado por el cuarto tehcutli mexhica, llamado Itzcoatl, quien conquistó la región entre 1427 y 1440, y le dio el nombre de Pachuca, según unos, derivado de Pachoacan, que significa “lugar donde se gobierna”; según otros, de Pachtli, que significaría lugar estrecho, mas el habla común de quienes la habitan señala que la palabra significa “lugar de plata y oro”, que si bien no encuentra sustento en las etimologías, sí reviste un gran simbolismo en la tradición minera de esta población, que se hizo famosa por su gran producción de plata, después de su conquista y colonización española, consumada hacia el año mil quinientos treinta.

Señala la tradición que diez ó 15 años después de la llegada de los primeros conquistadores hispanos a este sitio, no se había descubierto aún mina de metal alguno y los habitantes de esta comarca vivían con grandes penurias, por no ser suelo para la siembra y apenas servir para el pastoreo de ganado menor.

He aquí que en ese inhóspito lugar vivía, entonces, una joven y bella mujer de la que no se conservan nombres ni apellidos, apenas se sabe, radicaba en una paupérrima vivienda construida en la ladera del gran cerro, que hoy se conoce como San Cristóbal.

Aquella mujer era conocida de todos los habitantes de la comarca por su gran corazón y entrega a los demás, gustaba entre otras cosas de ayudar a todo el que se lo solicitara, desde muy temprano se le veía departir con los niños indígenas a quienes enseñaba el castellano, así como a leer y escribir, jugaba con ellos y era muy amable y solidaria con las personas mayores, tenía, además, un gran respeto por la madre naturaleza cuyo contacto disfrutaba enormemente; por todas esas cualidades se decía por doquier que era una mujer bella por fuera y hermosa por dentro.

De todos era sabido que en sus ratos libres, sobre todo al atardecer, acostumbraba subir a la cúspide del cerro donde se ubicaba su casa, a fin de observar con todo detenimiento a las diferentes especies de animales y plantas que había en aquel lugar; sin embargo, lo que más le complacía era sentir cómo el viento jugaba cariñosamente con su pelo.

Allí, en la soledad de las excelsas alturas de la montaña, reflexionaba sobre las muchas carencias de los habitantes de la comarca, y sus cavilaciones la llenaban de tristeza y dolor por la pobreza de aquella gente y de malestar por el futuro de los niños con los que departía todos los días; aunque tal vez su mayor desdicha era no poder ayudarles a disminuir aquellas carencias que cada día eran más grandes.

Tantas veces vio el viento a la hermosa joven llorar por su pueblo, que poco a poco se fue enamorando de su belleza física, y aun más de su hermosura interior; se acostumbró a verla todas las tardes, a cortejarla acariciando con ráfagas su pelo que se tendía al espacio por la fuerza con que el viento corría al anochecer.

Mas sucedió que un día la bella mujer se sintió más triste que nunca y decidió subir mucho antes del mediodía a la cima de la montaña, quería llorar y reflexionar a solas, gritar su pena y sollozar sin vergüenza alguna. Allí, en la más profunda soledad, dio rienda suelta a su melancolía, hablaba sin tener más interlocutor que el viento, quien parecía contestarle silbando sus palabras entre peñas y matorrales, y así permaneció la joven por largas horas sin dar tregua a su tristeza, mientras que el viento convertido en sutiles ráfagas procuraba secar las lágrimas de tan bellos ojos, rosando con su frescura las mejillas de la hermosa joven.

Así transcurrió la tarde y pareció que los minutos fueron más largos y las horas interminables; ella llorando y el viento acompañándola en su amargo dolor; pero al llegar la noche, el viento tenía que marcharse y dejarla sola, lo que mucho le preocupaba, pero era imperioso hacerlo. Cuando salió la luna, se le ocurrió pedirle como gran favor que velara por el bien de su amada, hasta que él regresara al día siguiente.

Y así sucedió, el viento se marchó y la luna permaneció al lado de la joven, quien continúo ahí postrada llorando en la inmensidad de la noche. Preocupada, la luna preguntó a la joven el motivo de su llanto y tristeza, y ésta le confesó que su sufrimiento se debía a la pobreza por la que atravesaba la gente de aquella comarca, lo cual era muy doloroso pues no podía hacer nada para ayudarlos.

En eso estaban cuando la Tierra, que escuchó las palabras de la muchacha, conmovida decidió intervenir, habló desde sus profundidades, se oyó su voz resonar por todas partes y le hizo una proposición: Si quieres remediar la situación de tu pueblo, le dijo, deberás tú misma sacrificarte, sumergirte en mis entrañas y entregar allí toda la bondad de tu alma y la belleza de tu cuerpo; a cambio, prosiguió la Tierra, yo ayudaré a tu gente al convertir tus virtudes en valiosas propiedades para la tierra en la que viven los hombres y mujeres de ésta, tu comarca, que a partir de hoy se le conocerá como Pachuca.

Era tanto el amor y el dolor que la mujer sentía por la situación que atravesaba la población, que convencida aceptó la proposición y esa misma noche la bella y noble muchacha murió, sacrificándose por los suyos.

Se cuenta que a partir de entonces la bondad de su alma se introdujo en las entrañas de la tierra convirtiéndose en vetas de plata, y la belleza que la caracterizaba engalanó la faz de la luna.

Al día siguiente, muy temprano, cuando el viento regresó, buscó sin parar a la bella mujer, recorrió la cañada, se metió entre los callejones, inundó las plazas; todo en vano, la joven no aparecía por ningún lado, fue entonces cuando, al verlo así, la luna decidió contarle lo sucedido.

Cuando el viento, perdidamente enamorado de la noble y bella joven, supo lo que había pasado, rugió ciego de desesperación, perdió el control y pareció enloquecer, recorrió la población arrasando con todo lo que encontraba a su paso queriendo encontrar a su amada sin conseguirlo, pues había muerto en aras de dar a los habitantes de esta comarca una fuente de trabajo, al entregar su propio ser convertido en vetas de plata, que los mineros supieron explotar día con día hasta convertir a Pachuca en uno de los más importantes Reales de Minas de la historia del mundo.

Por tal motivo y desde entonces, se dice que en Pachuca la luna es brillante y hermosa, y que en su tiempo fue una de las ciudades con mayor riqueza en plata. Además, la mayoría de los días el viento aún sigue buscando a su amada, la joven de la que se enamoró, y los pobladores de Pachuca, sobre todo de los barrios altos, pueden escuchar cómo el viento ruge desesperado en su búsqueda, se introduce por las aberturas de las ventanas que hay en las casas y, algunas veces, arrasa con lo que encuentra a su paso con el propósito de encontrarla.

De la hermosa joven sólo quedan las deliciosas descripciones de quienes le conocieron, aunque son muchos los que aseguran que después de haber entregado su belleza a la madre tierra, se convirtió en un hermoso ángel hoy conocido como la “Victoria del Viento”, que día con día acompaña al frío viento del amanecer, a las cálidas rachas del medio día y a las húmedas ráfagas que encajonadas en la cañada circulan por la ciudad al anochecer.

De ahí que a Pachuca se le ha dado el sobrenombre de: “LA BELLA AIROSA”.


Viewing all articles
Browse latest Browse all 2

Latest Images

Trending Articles





Latest Images